«VEO DISCURSOS DE PERÓN PARA APRENDER LO QUE PUEDE GENERAR UN LÍDER»

A un toque

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[dropcap]E[/dropcap]ra una experiencia religiosa. Jorge Sampaoli tomaba su walkman, le daba play al casette y aceleraba el trote por los caminos de tierra de Casilda. En sus oídos no sonaban los Redondos. Tampoco los acordes de otra banda de rock argento. La música era la voz de Marcelo Bielsa. Su modelo. Su ídolo. Su tótem. «Lo seguía y lo grababa cada vez que daba charlas. Siempre me identifiqué con su filosofía, con su proyecto de fútbol de ataque, de cómo sentir el juego», recordó alguna vez el DT de la Selección, ya lejos del polvo y el sudor que adornaban su galope.

Hoy, mientras espera el estreno contra Islandia en el Mundial de Rusia, Sampaoli mantiene aquella admiración de los ’90 por Bielsa. «Me identifico en cuanto a los valores, ya que no los modifica y porque siempre piensa más en el arco rival que en el propio», subraya el entrenador argentino. Eso sí, las conferencias del rosarino ya no integran su playlist de aprendizajes. Allí, hay espacio para otro nombre. Un personaje lejano al fútbol. «Veo discursos de Perón en los que aprendo lo que puedo generar un conductor, un líder«, cuenta en su libro Mis latidos.

«Yo no puedo, ni quiero forzar a los jugadores. Quiero que juntos adoptemos una idea», sostiene Sampaoli.

Sampaoli encuentra en los videos del ex presidente un ejemplo de cómo guiar al grupo y soltar su mensaje. «Me agarro de Perón, que conmovió a tanta gente, para pensar y entender que conducir no tiene nada que ver con mandar ni obligar, sino que hay que persuadir y seducir. El conductor político es un hombre que por reflejo baja lo que el pueblo quiere. Recibe la inspiración del pueblo, la ejecuta y así tiene la absoluta seguridad de que está haciendo lo correcto, ya que los pueblos difícilmente se equivoquen», considera el DT del seleccionado.

En ese análisis, Sampaoli encuentra matices similares al mundo de la pelota. «Es lo mismo en el fútbol, yo no puedo ni quiero forzar a los jugadores. Quiero que juntos adoptemos una idea, que sea nuestra y que la defendamos desde el convencimiento y las ganas de ejecutarla. Desde mi lugar, tengo que saber interpretar lo que quieren y necesitan los jugadores. Esa es la mejor manera de estar al frente del grupo», sostiene el hombre de 58 años, que se prepara para vivir su segundo Mundial como entrenador, tras aquella experiencia con Chile en Brasil 2014.

«Me agarro de Perón, que conmovió a tanta gente, para pensar y entender que conducir no tiene nada que ver con mandar ni obligar, sino que hay que persuadir y seducir», explica el DT.

Del liderazgo peronista, Sampaoli toma otra enseñanza pedagógica: «El General también decía que quien se dedica a la conducción debe ser profundamente humanista. El conductor siempre trabaja para los demás. Jamás para él. A mí no me gustan los entrenadores que hablan para ellos y no para los jugadores. Es ridículo que una charla técnica suene linda a los oídos y no se entienda. Hay que sentir las reacciones del grupo y hablarles a los futbolistas. Recién ahí, volviendo al ejemplo de Perón, se une lo teórico y lo real; lo ideal y lo empírico».

Los videos del ex presidente dejan, en definitiva, un aprendizaje fundamental para Sampaoli. «Una bandera que jamás voy a arriar es que siempre hay que que jugarse. Perón decía que el que quiera conducir con éxito, tendrá que exponerse; que el que quiera éxitos mediocres, lo mejor es que no se exponga nunca; y que, si alguien no quiere cometer ningún error, lo mejor es que nunca haga nada».

 

 

 

 

 

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