«A veces, siento que me gustó más el de la mano, el primero. Qué mano de Dios, ¡fue la mano del Diego!» A su estilo, Maradona tomó la pelota, hizo su eterno pique corto y enfocó esas palabras en un ángulo imaginario. Fue en su libro Yo soy el Diego, donde admitió lo que vieron millones de futboleros. Todos, menos el hombre de negro: el tunecino Ali Bennaceur. Se trató de un reconocimiento público. Todo lo contrario a lo que hizo 25 años atrás. Ahí, en el vestuario del Azteca, el Diez escuchó las preguntas. Y al responder, vendió un amague risueño. Tan pícaro como su mano. «Lo juro por lo que más quieran: salté junto a Shilton, pero le di con la cabeza. Lo que pasa es que se vio el puño del arquero y por eso la confusión. Pero fue de cabeza, no tengan dudas».
La cabeza de Dios
Last modified: 22 junio, 2011
About the Author / defutbolsomos
Soy Santiago Tuñez y edito De Fútbol Somos desde 2010. Tengo 18 años de experiencia en el periodismo y trabajé en distintos medios, entre ellos los diarios Olé y los sitios ElArgentino.com. Participé del libro Un Picado en el Maracaná, de AuGol. Actualmente soy editor de contenidos de las revistas OrientAr y TravelArg.
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